miércoles, 4 de octubre de 2017

IIP: El manuscrito

Un manuscrito (del latín «manu scriptum», que significa escrito a mano) se trata de un documento que contiene información escrita a mano sobre un soporte flexible y manejable (por ejemplo: el papiro, el pergamino o el papel), con materias como la tinta de una pluma, de un bolígrafo o simplemente el grafito de un lápiz. El manuscrito no tiene que ser necesariamente antiguo; una carta es un ejemplo de manuscrito moderno. Generalmente, con ese nombre se hace referencia a escritos realizados por la mano de escritores importantes en cualquier campo del saber.
Se denomina inscripción al texto que se graba en piedra, metal u otro material duro.



Historia del manucrito


Debido a los avances tecnológicos, la comunicación entre las personas (cuando de textos se habla) se ha vuelto más digital, razón por la cual es normal asociar la palabra manuscrito con antiguo o ancestral, sin embargo, cualquier documento escrito a mano se puede considerar un manuscrito, una carta es un ejemplo de manuscrito moderno. De mismo modo, con este nombre se suele hacer referencia a los escritos realizados por autores o escritores famosos o reconocidos por crear obras literarias en el mundo del saber y son de gran relevancia en la historia humana.
Es muy antigua la historia de los manuscritos, siendo estos una parte fundamental de las grandes culturas. Su función principal era transmitir relatos, conocimientos o creencias a las siguientes generaciones o a otras culturas. Entre los más antiguos creadores de manuscritos se encuentran los Escribas del Antiguo Egipto, hecho que ha sido confirmado gracias al descubrimiento del texto escrito a mano más viejo, un antiguo papiro que data de los años 2914-2867 a.C. y que se encontraba en la tumba Hemaka, un alto oficial del faraón Den, ubicado en la necrópolis de Saqqara, aunque los signos jeroglíficos que han sido escritos en este manuscrito, no han perdurado.


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